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Biscuits de Cheddar y Cebollín: Receta Infalible para Bizcochos Hojaldrados y Deliciosos
Prepara biscuits de cheddar y cebollín irresistibles. Receta fácil, suaves por dentro y crujientes por fuera. ¡Perfectos para cualquier ocasión!

¿Eres de esas personas que no pueden resistirse a la canasta de pan en un restaurante, especialmente si contiene algo más que solo pan, como unos deliciosos biscuits? Si la respuesta es sí, entonces esta receta es un imperdible para ti. “Estos biscuits de cheddar y cebollín con suero de mantequilla que se derriten en la boca,” comenta la desarrolladora de recetas Deniz Vergara de Gourmet Mami, “son mantecosos, hojaldrados y rebosantes de sabor gracias a la adición de cebollín y queso cheddar.” Ella nos asegura que, aunque quedan agradables y crujientes por los bordes, permanecen esponjosos y tiernos por dentro, agregando: “He preparado estos biscuits durante años, y siempre son un éxito rotundo cuando los llevo a una fiesta o reunión.”
Estos biscuits son bastante rápidos y fáciles de preparar, ya que Vergara utiliza un procesador de alimentos; contrariamente a un mito prevaleciente sobre los biscuits, no siempre necesitan ser mezclados a mano para obtener un resultado perfecto. Sin embargo, Vergara sí enfatiza que hay algo que es absolutamente indispensable: “¡La clave para obtener biscuits hojaldrados y mantecosos es asegurarse de que la mantequilla, el suero de mantequilla y los huevos estén bien fríos!” De esta manera, cuando los biscuits entren al horno, todavía quedarán trozos fríos de mantequilla que crearán las bolsas de vapor necesarias para formar las capas hojaldradas. Vergara aconseja que, si la mantequilla comienza a ablandarse demasiado mientras preparas la masa, puedes “salvar” tus biscuits refrigerándolos por 10 minutos antes de ponerlos en el horno.
Ingredientes Esenciales para tus Biscuits de Cheddar y Cebollín con Suero de Mantequilla
Para elaborar estos deliciosos biscuits, necesitarás los siguientes componentes, prestando especial atención a la calidad y temperatura para asegurar el mejor resultado:
- Harina de trigo todo uso: La base de nuestros biscuits.
- Polvo para hornear: El agente leudante que les dará su esponjosidad.
- Sal marina: Para realzar todos los sabores.
- Mantequilla fría sin sal: Cortada en cubos. ¡La temperatura es crucial para las capas hojaldradas!
- Suero de mantequilla frío (buttermilk): Aporta humedad, ternura y un toque ácido que activa el polvo para hornear.
- Huevos fríos: Ayudan a ligar la masa y contribuyen a la textura.
- Queso cheddar rallado: Utiliza un cheddar de buen sabor y bien curado para un impacto máximo.
- Cebollín fresco: Finamente picado, añade un toque fresco y aromático.
Como ingrediente opcional, puedes espolvorear los biscuits con un poco de sal marina gruesa antes de hornear para un acabado más rústico y un toque extra de sabor.
Preparación de la Masa: El Corazón de tus Biscuits
Antes de empezar con la masa, precalienta tu horno a 218°C (425°F). Una vez listo, sigue estos pasos cuidadosamente para asegurar unos biscuits perfectos:
- Combina los secos: En el bol de un procesador de alimentos, añade la harina, el polvo para hornear y la sal. Pulsa solo unas pocas veces para integrar.
- Incorpora la mantequilla fría: Agrega la mantequilla fría cortada en cubos. Pulsa el procesador hasta que la mantequilla se rompa en trozos del tamaño de un guisante. Este paso es vital para lograr la textura hojaldrada.
- Prepara los líquidos: En un recipiente aparte, bate ligeramente el suero de mantequilla con un huevo. Luego, incorpora el cebollín picado a esta mezcla.
- Combina líquidos y secos: Vierte gradualmente la mezcla de suero de mantequilla en la mezcla de harina en el procesador. Pulsa el procesador muy brevemente, solo hasta que todo se una. Es importante no sobremezclar, ya que esto desarrollará el gluten y hará que los biscuits queden duros.
- Añade el queso: Incorpora el queso cheddar rallado. Pulsa nuevamente solo una o dos veces para combinarlo con los demás ingredientes.
Vergara advierte encarecidamente: “¡No debes sobremezclar la masa!” Explica que hacerlo romperá la mantequilla y reducirá las bolsas de aire que crean las capas. También añade una advertencia crucial: por muy pegajosa que se sienta la masa, no debes añadir más harina. “Al agregar más harina, amasarás más la masa, lo que desarrollará excesivamente el gluten, creando un biscuit duro y correoso.”
¿No tienes procesador de alimentos? ¡No hay problema!
Puedes hacer estos biscuits a mano sin inconvenientes. Para ello, trabaja la mantequilla en los ingredientes secos (ya sea con un cortador de pasteles o incluso con tus manos) hasta que los grumos tengan el tamaño de un guisante. Luego, incorpora la mezcla de suero de mantequilla y huevo hasta que la masa se una, y finaliza añadiendo el queso. De nuevo, ¡no revuelvas en exceso!
Formando tus Biscuits: La Presentación Perfecta
Con la masa lista y el horno precalentado, es hora de dar forma a tus biscuits:
- Superficie de trabajo: Espolvorea ligeramente harina sobre una superficie de trabajo limpia.
- Amasado mínimo: Vuelca la masa sobre esta superficie y amásala una o dos veces. El objetivo es simplemente unirla suavemente.
- Extender la masa: Estira la masa con un rodillo hasta que tenga aproximadamente 5 centímetros (2 pulgadas) de grosor. Esta medida es importante para que los biscuits queden bien altos y esponjosos.
- Cortar los biscuits: Corta la masa en nueve piezas uniformes. Una forma sencilla de hacerlo es cortarla en un patrón de “tres en raya”: divídela en tercios tanto a lo largo como a lo ancho. Esto te dará biscuits de tamaño consistente.
- Preparar para hornear: Coloca los biscuits en una bandeja para hornear cubierta con papel pergamino.
- Baño de huevo (Egg Wash): Bate el huevo restante con aproximadamente una cucharadita de agua. Usa esta mezcla para cepillar suavemente la parte superior y los lados de cada biscuit. Este “baño de huevo” les dará un hermoso color dorado y un brillo apetitoso.
- Sal gruesa (Opcional): Si deseas un toque extra de sabor y textura, espolvorea un poco de sal marina gruesa sobre los biscuits en este momento.
Horneado y Perfección: El Momento Crucial
Con tu horno ya a la temperatura correcta de 218°C (425°F), es momento de hornear tus biscuits hasta la perfección:
- Al horno: Introduce la bandeja con los biscuits en el horno precalentado.
- Tiempo de cocción: Hornea por aproximadamente 20 minutos.
- Punto de cocción: Sabrás que están listos cuando la parte superior de los biscuits tenga un color dorado apetitoso y estén cocidos por completo. Puedes verificar la cocción interna insertando un palillo en el centro; si sale limpio, están listos.
Vergara sugiere: “Me gusta servir los biscuits con sopa de pollo, estofado de res o cualquier comida que tenga una salsa en la que pueda mojar mi biscuit.” Son increíblemente versátiles y complementan una variedad de platos.
Consejos para Almacenar tus Biscuits
Si te sobran biscuits (¡lo cual es raro!), Vergara explica que puedes guardarlos a temperatura ambiente en un recipiente hermético una vez que se hayan enfriado completamente. Sin embargo, solo durarán unos 2 días así. Si quieres que duren más tiempo, sugiere envolver cada biscuit individualmente en papel film y luego refrigerarlos por hasta una semana. Para disfrutarlos nuevamente, simplemente caliéntalos en el horno o microondas.
Receta Completa: Biscuits de Cheddar y Cebollín con Suero de Mantequilla
La clave para biscuits esponjosos y mantecosos es no trabajar demasiado la masa y usar ingredientes bien fríos. ¡Estas bellezas se preparan en menos de 30 minutos!
Ingredientes Principales
- 2 tazas (aproximadamente 250g) de harina de trigo todo uso
- 1 cucharada de polvo para hornear
- 1 cucharadita de sal marina
- 1/2 taza (113g) de mantequilla fría sin sal, cortada en cubos pequeños
- 3/4 taza (180ml) de suero de mantequilla frío (buttermilk)
- 1 huevo grande frío, más 1 huevo grande adicional para el baño de huevo
- 1 taza (100g) de queso cheddar rallado y bien compacto
- 1/4 taza (aproximadamente 4-5 cebollines) de cebollín fresco, finamente picado
Ingredientes Opcionales
- 1 cucharadita de sal marina gruesa para espolvorear
Instrucciones Paso a Paso
- Precalienta el horno a 218°C (425°F). Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino.
- En un procesador de alimentos, pulsa la harina, el polvo para hornear y la sal unas pocas veces para combinar.
- Agrega la mantequilla fría en cubos. Pulsa hasta que la mantequilla tenga el tamaño de guisantes.
- En un recipiente pequeño, bate el suero de mantequilla con 1 huevo. Incorpora el cebollín picado.
- Vierte lentamente la mezcla de suero de mantequilla en el procesador de alimentos con la mezcla de harina. Pulsa muy brevemente, solo hasta que la masa se una. ¡No sobremezcles!
- Agrega el queso cheddar rallado. Pulsa solo una o dos veces para incorporarlo. La masa debe estar pegajosa. ¡No añadas más harina!
- Espolvorea ligeramente harina en una superficie de trabajo limpia. Vuelca la masa y amásala suavemente una o dos veces.
- Extiende la masa hasta que tenga aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) de grosor. Corta en 9 piezas iguales (un patrón de 3x3).
- Coloca los biscuits en la bandeja preparada.
- En un recipiente pequeño, bate el huevo restante con 1 cucharadita de agua. Pincela la parte superior y los lados de cada biscuit con esta mezcla. Si lo deseas, espolvorea con sal marina gruesa.
- Hornea durante 20 minutos, o hasta que estén dorados y cocidos por completo.
- Sirve calientes y disfruta. Almacena las sobras en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta 2 días, o refrigera envueltos individualmente por hasta 1 semana.
Información Nutricional (Estimada por Porción)
- La información nutricional exacta puede variar según los ingredientes específicos y el tamaño de las porciones. Se recomienda calcularla con una herramienta de nutrición si es estrictamente necesario.