Masa de Pizza Casera Fácil: La Receta Perfecta y Evergreen para Noches Inolvidables

No hay nada como el aroma de una pizza casera recién salida del horno, ¿verdad? Preparar pizza en casa no solo es una actividad divertida y deliciosa, sino que también es una excelente manera de reunir a la familia o a un grupo de amigos para un momento inolvidable. Esta vez, te invitamos a dar un paso más allá y a olvidarte de la masa comprada en la tienda. ¡Anímate a hacerla tú mismo desde cero! Esta receta no solo es increíblemente sencilla de seguir, sino que también te garantiza una masa perfecta: suave, elástica y con el sabor auténtico que solo lo casero puede ofrecer. No importa si tu pizza favorita es de pepperoni, vegetariana o una clásica pizza blanca, esta masa será tu aliada ideal.

La mente maestra detrás de esta receta de masa de pizza es la desarrolladora Erin Johnson. “Esta masa es rápida de hacer y tiene un sabor increíble”, asegura Johnson con entusiasmo. Ella también explica por qué prefiere hacer su propia masa en lugar de comprarla en el supermercado. “Hacer tu propia masa es significativamente más económico que comprarla prehecha, y además, ¡no tiene conservantes ni ingredientes añadidos!”, señala Johnson. Sigue leyendo para descubrir cómo preparar esta receta de masa de pizza fácil.

Prepara los ingredientes para esta masa de pizza sencilla

Solo necesitas unos pocos ingredientes básicos para esta receta, la mayoría de los cuales probablemente ya tienes en casa. Para empezar, necesitarás agua tibia, un elemento clave para activar la levadura. Luego, una visita rápida al supermercado te asegurará de tener azúcar, levadura seca activa, harina de trigo todo uso (o harina común), harina de fuerza (o harina de pan), sal kosher y aceite de oliva extra virgen. Un consejo importante de Erin Johnson: “Si no tienes harina de fuerza, puedes usar una cantidad adicional de harina de trigo todo uso para la cantidad total”. Esto demuestra la versatilidad de la receta. Una vez que tengas todos estos ingredientes a mano, estarás listo para crear una masa de pizza clásica simple pero perfecta.

¡A Activar la Levadura!

El primer paso crucial para una masa exitosa es activar la levadura. En un tazón mediano, vierte el agua tibia, el azúcar y la levadura. Con la ayuda de un batidor de mano o una cuchara, mezcla bien hasta que todos los ingredientes se integren. Deja reposar esta mezcla por unos 5 a 10 minutos. Sabrás que la levadura está activa y lista para trabajar cuando la mezcla se vuelva espumosa y burbujeante; esto indica que la levadura está “viva” y lista para hacer que tu masa crezca.

Mientras tanto, en un tazón grande, combina la harina de trigo todo uso, la harina de fuerza, la sal y el aceite de oliva. Mezcla estos ingredientes secos y líquidos con un batidor o una cuchara hasta que estén bien distribuidos. Un tip profesional de Johnson para la precisión: “Para obtener la medida más precisa, recomiendo encarecidamente pesar la harina”. Si no dispones de una balanza, “cucharea la harina en la taza de medir y nivela al ras”, aconseja para asegurar una consistencia óptima.

Prepara y Amasa la Masa

Ahora es el momento de unir ambas mezclas. Vierte la mezcla de levadura activada en el tazón con los ingredientes secos y el aceite. Con una cuchara de madera o tus manos, mezcla hasta que los ingredientes se combinen y formen una masa pegajosa. Una vez que la masa se haya unido, transfiérela a una superficie limpia y ligeramente enharinada. No temas añadir harina extra sobre la masa para facilitar el amasado. “La cantidad de harina que necesitarás añadir durante el amasado varía mucho dependiendo de factores como la humedad del ambiente”, explica Johnson. “Usualmente necesito unos 50 gramos adicionales de harina (casi ½ taza)”. Este es un punto clave: el tacto es tu mejor guía.

Continúa amasando la masa vigorosamente, doblándola y estirándola, hasta que esté solo ligeramente pegajosa y se sienta suave y elástica al tacto. Esto podría tomar entre 5 y 10 minutos. Una vez que la masa tenga la consistencia deseada, colócala en un tazón ligeramente aceitado, gírala para que se cubra de aceite, y cúbrela con un paño limpio o papel film. Deja que la masa repose en un lugar cálido durante aproximadamente 90 minutos, o hasta que duplique su tamaño. Este tiempo de reposo es crucial para desarrollar el sabor y la textura de la masa.

Divide la Masa y ¡A Hornear!

Después de los 90 minutos, tu masa estará lista para el siguiente paso. Con suavidad, desgasifícala presionando ligeramente y luego divídela en dos porciones iguales. Estas dos porciones son perfectas para dos pizzas de tamaño mediano.

Cuando estés listo para hornear tu pizza, precalienta tu horno a una temperatura alta de 260°C (500°F). Esto es clave para lograr una corteza crujiente por fuera y tierna por dentro. “Cubre la masa con tus ingredientes favoritos y hornea por 12 a 15 minutos”, indica Johnson. El tiempo exacto puede variar según tu horno y el grosor de tu pizza.

Un beneficio adicional de esta receta es su excelente capacidad de almacenamiento. “La masa se mantendrá fresca en el refrigerador por hasta 4 días, y cualquier masa sobrante puede congelarse por hasta 3 meses”, explica Johnson. Así, puedes tener masa lista para cuando se te antoje una pizza de último minuto.

Esperamos que esta receta sea un éxito rotundo en tu próxima noche de pizza. Anímate a experimentar con diferentes ingredientes y a disfrutar del proceso de crear tu propia pizza casera de principio a fin. ¡Verás que la satisfacción de un plato hecho con tus propias manos no tiene precio!