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Milanesas de Pollo Crujientes: La Receta Definitiva con Toque de Cebolla Francesa
Descubre cómo hacer milanesas de pollo ultra crujientes con el irresistible sabor de cebolla francesa. ¡Perfectas para cualquier ocasión!

¿Qué parte del pollo es un ‘tender’? Esta es una pregunta común, pero no la encontrarás en ningún diagrama de anatomía aviar. En realidad, el término ‘tender de pollo’ o ‘milanesa de pollo’ simplemente se refiere a pechugas de pollo que han sido fileteadas muy finas. De hecho, según la experta culinaria Deniz Vergara, uno de los secretos para lograr unas milanesas de pollo perfectas es asegurarse de que estén cortadas o aplanadas hasta alcanzar una delgadez considerable. Como ella señala, las milanesas gruesas no se cocerán uniformemente como sus contrapartes delgadas, y el pollo a medio cocer es un riesgo para la seguridad alimentaria.
Las milanesas de pollo siempre son un éxito rotundo,” dice Vergara, “pero en esta receta inspirada en la cebolla francesa, estamos subiendo la apuesta con un ingrediente que garantiza un sabor extra y una textura inigualable: estas milanesas son perfectamente crujientes y saladas gracias a las cebollas fritas crujientes.” Puedes acompañarlas con tu aderezo favorito, ya sea una mostaza con miel casera o una salsa estilo Raising Cane’s, pero también puedes disfrutar de su exquisita crocancia y sabor a cebolla por sí solas. Son ideales como aperitivo, plato principal o incluso en un sándwich.
Reúne los ingredientes para estas crujientes milanesas de pollo con sabor a cebolla francesa
Para preparar esta receta, puedes usar milanesas de pollo ya cortadas o filetear tú mismo unas pechugas de pollo deshuesadas y sin piel. Además, necesitarás cebolla en polvo, sal, harina, huevos, cebollas fritas crujientes, pan molido panko y aceite para freír. La elección del panko es clave para lograr esa textura extra crujiente que las distingue.
Prepara tus estaciones de empanizado
Si alguna vez has empanizado y frito algo, el proceso te resultará familiar: mide la harina en un plato hondo, bate los huevos en otro, y en un tercer plato, combina las cebollas fritas trituradas con el pan molido panko y media cucharadita de sal. Organiza estos tres recipientes en secuencia (harina, huevo, mezcla de pan molido) en tu encimera, y ya estarás listo para comenzar el empanizado. Este sistema organizado facilita un proceso limpio y eficiente.
Sazona y cubre las milanesas de pollo
Espolvorea las milanesas de pollo por ambos lados con el resto de la sal y la cebolla en polvo. Cubre cada pieza con harina, sacudiendo el exceso para asegurar una capa fina y uniforme. Luego, sumerge en el huevo batido, dejando que escurra el excedente. Finalmente, cúbrelas con una generosa capa de la mezcla de cebollas fritas y panko, presionando suavemente para que se adhiera bien. Como explica Vergara, ‘Esto ayuda a que las milanesas se mantengan crujientes durante la cocción’.
Fríe las milanesas de pollo
Vierte el aceite en una sartén grande y caliéntalo a 175°C (350°F). Una vez que el aceite esté caliente, introduce las milanesas de pollo con cuidado, sin sobrecargar la sartén para evitar que baje la temperatura del aceite. Fríelas por un lado durante unos minutos hasta que estén doradas y crujientes, luego dales la vuelta y fríe el otro lado. Vergara sugiere reducir el fuego una vez que hayas puesto el pollo en la sartén. ‘De esta manera,’ explica, ‘el exterior no se quema antes de que el pollo esté completamente cocido por dentro’. Una vez que las milanesas adquieran un color dorado intenso, deberían estar listas. Si tienes dudas, puedes cortar una por la mitad para asegurarte de que no haya rastros de color rosa en el interior; el pollo debe estar completamente blanco y jugoso.
Cuando las milanesas estén totalmente cocidas, retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Vergara recomienda disfrutarlas calientes (a ella le gusta adornarlas con rodajas de limón fresco y perejil picado para un toque de frescura), pero las sobras pueden refrigerarse o congelarse para disfrutarlas más tarde. Es una receta que se adapta perfectamente a una comida familiar o para preparar con antelación.
Receta: Crujientes Milanesas de Pollo con Toque de Cebolla Francesa
Esta receta eleva las tradicionales milanesas de pollo a un nuevo nivel. Su capa crujiente de cebolla frita y panko las convierte en una delicia irresistible, ideal para cualquier ocasión.
Ingredientes principales:
- 500g de pechugas de pollo (aproximadamente 4-6 milanesas finas)
- 1/2 cucharadita de sal (y más al gusto)
- 1/2 cucharadita de cebolla en polvo
- 1/2 taza de harina multiusos
- 2 huevos grandes, batidos
- 1 taza de cebollas fritas crujientes (tipo French’s), trituradas
- 1/2 taza de pan molido panko
- Aceite vegetal o de canola, para freír (cantidad suficiente para cubrir el fondo de la sartén)
Ingredientes opcionales para servir:
- Rodajas de limón fresco
- Perejil fresco picado
- Tu salsa favorita (mostaza con miel, aderezo ranch, etc.)
Instrucciones de preparación:
- Prepara las milanesas: Si usas pechugas enteras, córtalas en filetes finos de aproximadamente 1 cm de grosor. Si es necesario, aplánalas ligeramente con un mazo de cocina.
- Organiza las estaciones de empanizado: En un plato hondo, coloca la harina. En otro, los huevos batidos. En un tercero, mezcla las cebollas fritas trituradas, el panko y 1/2 cucharadita de sal.
- Sazona y cubre: Sazona ambos lados de las milanesas de pollo con la sal restante y la cebolla en polvo. Pásalas primero por la harina (sacudiendo el exceso), luego por el huevo, y finalmente por la mezcla de panko y cebolla, presionando firmemente para que la capa se adhiera.
- Calienta el aceite: En una sartén grande y pesada, vierte suficiente aceite para que tenga al menos 2-3 cm de profundidad. Calienta a fuego medio-alto hasta que alcance 175°C (350°F).
- Fríe las milanesas: Fríe las milanesas en tandas, evitando sobrecargar la sartén. Fríe cada lado durante 3-4 minutos, o hasta que estén doradas, crujientes y completamente cocidas (sin rastro de rosa en el centro). Baja el fuego si notas que se doran demasiado rápido.
- Escurre y sirve: Retira las milanesas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para escurrir el exceso de grasa.
- Disfruta: Sirve de inmediato, decoradas con limón y perejil si lo deseas, y acompáñalas con tu salsa favorita.
Notas adicionales:
- Conservación: Las sobras se pueden guardar en un recipiente hermético en el refrigerador por 3-4 días. Para recalentar, usa el horno o una freidora de aire para mantener la crujiente textura.
- Variaciones: Experimenta con otras especias en el empanizado o prueba diferentes tipos de pan molido.
¡Esperamos que disfrutes de estas deliciosas y crujientes milanesas de pollo con el toque único de la cebolla francesa!