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Receta de Sopa de Papas Cremosa: Un Clásico Reconfortante para el Alma
Prepara una sopa de papas cremosa y reconfortante. Perfecta para el frío, nutritiva y fácil de hacer. ¡Un clásico delicioso!

Cuando el frío se asienta, no hay nada como un plato caliente y sustancioso para calentar el cuerpo y el alma. La temporada de sopas es el momento ideal para deleitarnos con platos que nos invitan a quedarnos en casa, removiendo una olla a fuego lento. Si bien podemos usar ingredientes de lujo como langosta o pato asado, para esos momentos en los que buscamos algo más amigable con el bolsillo (especialmente después de las festividades), una sopa de papas es la opción ideal.
La desarrolladora de recetas, Catherine Brookes, describe su receta de sopa de papas suave y cremosa como “la comida de invierno perfecta y reconfortante”. Ella añade que es “saludable, llena de sabor y muy saciante”. A Catherine le encanta usar crema espesa para su sopa, pues le otorga “una textura aún más suave y un sabor más rico”. Sin embargo, también menciona que se puede usar media crema para una versión un poco más ligera y con menos calorías.
Para preparar esta deliciosa sopa, necesitarás unas cuantas papas grandes para hornear, una cebolla y unos cuantos dientes de ajo. También usarás aceite de oliva y caldo para cocinar, sal y pimienta para sazonar, y, por supuesto, crema para lograr esa textura cremosa tan deseada.
Catherine Brookes utiliza caldo de vegetales para su sopa de papas, lo que la convierte en un plato vegetariano (aunque no vegano). Sin embargo, aclara que puedes usar caldo de pollo si lo prefieres o si lo tienes a mano en tu refrigerador.
Preparando los Aromáticos
El primer paso es calentar el aceite en una sartén a fuego medio. Luego, sofríe la cebolla durante unos 5 minutos, hasta que comience a ablandarse. En este punto, agrega el ajo picado y cocina la mezcla por un minuto más. Es crucial no cocinar demasiado el ajo, ya que puede volverse amargo si se dora en exceso. Este paso es fundamental para construir la base de sabor de tu sopa.
Cocción a Fuego Lento
Ahora, vierte el caldo en la mezcla de cebolla y ajo, e incorpora las papas en trozos. Lleva la sopa a ebullición y luego baja el fuego para que se cocine a fuego lento. Deja que hierva a fuego lento durante unos 15 a 20 minutos, o hasta que las papas estén tiernas y puedas perforarlas fácilmente con un tenedor. La cocción lenta es clave para que las papas liberen su almidón y espesen naturalmente la sopa.
Creando la Textura Perfecta
Una vez que las papas estén cocidas, retira la olla del fuego y agrega la crema a la sopa. Sazona con sal y pimienta a tu gusto; no tengas miedo de probar y ajustar. Ahora, vierte la sopa –o una parte de ella si tu licuadora no es muy grande– en una licuadora y haz un puré hasta que quede suave y homogéneo. Es posible que necesites licuar en tandas para obtener la textura perfecta. Este proceso transforma los ingredientes simples en una sopa sedosa y reconfortante.
Sirve y Disfruta
Una vez que la sopa está suave y cremosa, ¡está lista para disfrutar! Puedes realzar su presentación y sabor con un poco de perejil picado fresco y un toque extra de pimienta. Otras excelentes opciones para adornar incluyen cebollín picado o crutones caseros. Catherine Brookes también sugiere que “la adición de queso o tocino sería una excelente idea”, lo que le daría un toque aún más sabroso y personal.
Si te sobra sopa, puedes refrigerar las sobras hasta por tres días. Para recalentarla, simplemente usa el microondas o una olla en la estufa. Esta sopa de papas no solo es deliciosa y nutritiva, sino que también es un testimonio de cómo los ingredientes simples pueden crear una comida casera verdaderamente reconfortante y satisfactoria. Es un plato versátil que se adapta a cualquier ocasión y siempre será un éxito en tu mesa.